Hoy en día es natural considerar las tecnologías informáticas como un producto del capitalismo: en la URSS en la década de 60, sin embargo, algunos científicos e ingenieros vieron las computadoras como "máquinas del comunismo" y presentaron su visión de una red de información global. Esta es su visión alternativa del futuro, comenzando con Internet al estilo soviético.
Pienso en cómo el trabajo de Victor Glushkov podría haber cambiado el curso de la historia. ¿Para qué usarían el Partido Comunista y el ejército soviético la nueva tecnología? ¿La Internet soviética crearía una forma de tiranía digital? Teniendo su propia Internet, ¿cómo reaccionaría el futuro soviético a la caída de los precios del petróleo, la Perestroika y la Glasnost? ¿Y cómo sería Cybertonia (luego te diré qué es), perdón, la URSS a principios de 1991? ¿Cómo se habría desarrollado la Guerra Fría si Internet, tal como la conocemos, hubiera rivalizado con una alternativa soviética desde la década de 60?
Explorar esta herencia cultural nos permite imaginar si las ideas de este socialismo digital no realizado aún podrían tener un impacto de algún tipo en nuestra vida contemporánea.
Socialismo cibernético
La URSS no fue el único país que exploró la posibilidad del "cibersocialismo". En 1970, con Salvador Allende, el gobierno chileno encargó al experto inglés Cerveza Stafford el desarrollo de un sistema informático conocido como Proyecto Cybersyn. Una visión posteriormente abandonada debido al violento golpe militar liderado por agusto pinochet, que desmanteló todo el proyecto.
En la Unión Soviética fue el auge económico de principios de la década de 60 lo que llevó al nacimiento de la idea del comunismo soviético con cara electrónica. La economía en constante crecimiento era ahora más difícil de administrar y las enormes cantidades de datos que generaba eran difíciles de procesar. Era evidente que las tareas de la administración pública debían facilitarse con computadoras y sistemas de control industrial ya ampliamente utilizados en términos militares.
Victor Glushkov, el cerebro detrás del futuro cibernético de la URSS
Glushkov fue un matemático y director visionario del Instituto de Cibernética de la Academia de Ciencias de Ucrania. Es él quien ha dirigido los esfuerzos soviéticos para abordar el estancamiento económico que se avecina. Gracias a él, el país ha visto el surgimiento de nuevos institutos y departamentos especializados dentro de las principales universidades, todos unidos por un objetivo: formar nuevos especialistas en TI. De su mente nació una especie de versión embrionaria de Silicon Valley al estilo soviético.
Mientras que los estalinistas se oponían a la cibernética, pensando que era una pseudociencia burguesa, cibernéticos como Victor Glushkov cobraron prominencia en la década de 60 cuando las crecientes demandas burocráticas de la economía de planificación centralizada amenazaban con convertir a la Unión en un estado administrativo absurdo.
En 1959, el ingeniero coronel Anatoli Kitov propuso la creación de un “sistema de gestión automatizado unificado” para la economía nacional que conectaría grandes redes de computadoras en fábricas y agencias gubernamentales. El proyecto, sin embargo, nunca recibió el apoyo del líder soviético. Nikita Khrushchev.
Tres años después, en 1962, Glushkov ajustó el tiro. Propuso la creación del Sistema Nacional Automatizado de Cálculo y Procesamiento de la Información. Prácticamente Internet. Glushkov imaginó miles de computadoras locales conectadas entre sí a través de un servidor regional. Luego, la red se sincronizaría en todo el país y se conectaría al principal centro informático de Moscú. La idea principal detrás del proyecto era hacer que la toma de decisiones gerenciales fuera menos parcial y mejorar en gran medida la eficiencia de la industria y el transporte.
Falló porque era una herramienta y, como tal, dependía de quién tenía la intención de usarla. En manos del gobierno, por ejemplo, terminó siendo un vehículo de reforma a un pilar del status quo. En 1970, el interés por la red informática nacional se desvaneció.
Las impactantes predicciones de Glushkov
Glushkov no solo "dibujó" Internet con 12 años de anticipación en la web estadounidense (y 7 en Arpanet, su progenitor). También razonó sobre muchas otras cosas, llegando a predecir gran parte del futuro que vendría poco después. Piensa: Glushkov estudió y teorizó televisores del futuro muy similares a los actuales. Razonó sobre teléfonos multifunción, lavadoras programables, documentos y correspondencia sin papel, juegos de computadora. Imaginó un tipo de programación basada en el lenguaje (el prototipo de asistentes personales como Siri o Alexa), teorizó revistas y periódicos electrónicos, e incluso una criptomoneda (el equipo de Glushkov propuso un proyecto de moneda electrónica soviética también en 1962).
En su Fundamentos de la informática sin papel, publicado póstumamente, escribió una predicción visionaria:
Pronto no habrá suficientes libros, periódicos y revistas en papel. Cada persona tendrá un cuaderno electrónico, una combinación de pantalla plana y un mini transmisor de radio. No importa en qué parte del mundo se encuentre, si escribe un código específico en el cuaderno, podrá invocar textos e imágenes de gigantes bases de datos remotas. Esto reemplazará para siempre no solo a los libros, periódicos y revistas, sino también a la televisión.
Victor Glushkov
Nacimiento y muerte de Cybertonia, el país virtual soviético
Para una fiesta de Año Nuevo, los empleados del Instituto Glushkov inventaron “Cybertonia”, un país virtual gobernado por un consejo de robots. Los fanáticos de Cybertonia han organizado actividades regulares en Kiev y Lviv, incluidas conferencias y fiestas infantiles. Emitieron folletos, emitieron su propia moneda. Juntos también redactaron la constitución de Cybertonia, convirtiendo todo en un proyecto de diseño especulativo. El equipo de Glushkov imaginó una Unión Soviética del futuro, que nunca vio la luz.
¿Quién mató al futuro ruso? La burocracia. En lugar de crear un entorno de investigación colaborativa, varias agencias y burócratas se han comprometido diligentemente con su propia agenda. La Unión Soviética no pudo construir su propia Internet, no porque careciera de tecnología o propiedad privada, sino porque era imposible que un proyecto de esta envergadura fuera aprobado por todas las agencias necesarias, cuyos intereses a veces entraban en conflicto.
Irónicamente: la primera red informática civil del mundo fue desarrollada por capitalistas cooperativos, no socialistas competitivos.