Un estudio de McKinsey indicó que El 75% de las personas utilizó canales digitales por primera vez durante Covid-19: compras en línea, salud digital y televisores, servicios eclesiásticos en línea, Zoom, etc. Acabamos de presenciar uno de los cambios más masivos jamás vistos en el enfoque humano de la tecnología.
Más de las tendencias que esperábamos que surgieran en los próximos 10 años se han comprimido en un período de tiempo mucho, mucho más rápido. Las empresas han tenido que implementar cambios tecnológicos, y lo hacen ahora. Simplemente porque lo necesitaban. Las barreras para implementar algunas tecnologías también han desaparecido por pura necesidad. Las coartadas que nos detuvieron se han dejado de lado.
El centro de nuestro universo futuro se ha movido un poco más lejos
En todas partes, las personas y las organizaciones han aprendido algo nuevo sobre los conceptos clave de nuestro mañana: velocidad, simplicidad, ligereza (la salud sería una discusión completamente separada).
La relación con el transporte, el automóvil como servicio y ya no como producto. Espacios de trabajo comprimidos, virtualizado o asegurado. Consulta remota, incluido el seguimiento de la salud. Robot de entrega, para el accueil, para la higienización de lugares. Digitalización de transacciones. La educación a distancia. No hay materia social o industrial que no haya sufrido cambios tecnológicos.
Cambios tecnológicos: públicos y privados
Otra cosa que surgió dramáticamente después del primer año de Covid-19 fue la tremenda necesidad de transformación del servicio. Tanto sociales (transporte público, salud, información y bienestar) como privados, corporativos.
En términos de servicios públicos, No es necesario enfatizar los enormes esfuerzos para alinear o transformar transporte publico, sistemas de salud, servicios de registro (con buen desempeño para Italia, con el lanzamiento de una gran aplicación). Por no hablar del trabajo de renta mínima universal, despachado de aduana e incluso perseguido por uno Iniciativa popular europea.
En términos de servicios privados, el gran cambio es de paradigma. No solo ciudad e las escuelas del futuro diseñado pensando en la salud primero. En general, las empresas ya no serán "seguidas", sino "seguidores": literalmente trabajarán para construir experiencias de usuario que sean cómodas para los usuarios. Cualquier empresa sabe que ya no compite con uno de sus competidores en el mismo sector. Ahora compite con empresas capaces de INVADIR todos los sectores. Amazon, Netflix, Disney, Apple, Google, Facebook están agregando servicios a los servicios y ahora se están preparando para atacar los sectores de seguros, banca y alimentos.
Por eso nos encontramos con productos que ya no se compran, solo se disfrutan. Y posiblemente reciclan. Y con servicios calibrados no solo en función de un precio, sino de un beneficio (incluso psicológico) para el cliente. Desde cepillos de dientes, Abit, zapatos, jabones en suscripción a autos como el próximo Citroen Ami que se usa como servicio de transmisión (con costos casi similares).
En fin
La transformación digital, para empezar, ya no es una opción: es supervivencia. Electrificación ya no es una opción. La carrera en renovable ya no es una opción. Más que ineficiencias, más que el cambio climático, más que la crisis energética podría un virus microscópico. Nuestro impulso por la vida, por los cambios tecnológicos y sociales y por el futuro se llama Covid-19.