La crisis desencadenada por el coronavirus nos ha recordado una verdad esencial: somos vulnerables. Por mucho ingenio, resistencia y coraje que tenga la humanidad, un microorganismo la ha puesto en serias dificultades al cambiar radicalmente el contexto y llevarse muchas vidas con él.
Todavía estamos en medio de la tormenta, pero en los últimos meses hemos aprendido algunas cosas. Pueden ayudarnos a construir un futuro mejor y más seguro a largo plazo para cada uno de nosotros.
3 semanas más de recursos mundiales
La pandemia mundial ha reducido nuestra Huella Ecológica en casi un 10%, principalmente por la reducción de viajes y la desaceleración de las actividades de construcción. Un impacto masivo que, según los cálculos de Global Footprint Network,
Mathis Wackernagel, fundador y presidente de Global Footprint Networkha adelantado el Día del Sobregiro de la Tierra en tres semanas en comparación con 2019, el día en que la humanidad comienza a consumir más recursos de los que la Tierra es capaz de regenerar en el espacio de un año.Un "progreso" forzado por una tragedia global, muy diferente a la transformación cuidadosamente planificada que debemos implementar para crear un futuro sostenible.
Podemos aprovechar algunas lecciones muy importantes que nos ha dado esta situación. En primo del local, hemos entendido claramente que ignorar el contexto ecológico en el que vivimos es un gran riesgo para la supervivencia y el éxito de todos. En el segundo luogo, que somos esencialmente un organismo vivo y que nuestros destinos están entrelazados. Finalmente, que la humanidad puede invertir la dirección del creciente consumo de recursos.
Si bien toda nuestra atención y esfuerzos están dirigidos a recuperarnos después de la crisis, esta es nuestra oportunidad de compatibilizar nuestras economías con los recursos que nuestro único Planeta puede ofrecer. ¿Cómo puede hacerse esto? Situando la regeneración de recursos, la defensa de la biodiversidad, la circularidad y la lucha contra el cambio climático en el centro de todos los procesos de toma de decisiones.
Solo podremos levantarnos y construir un mejor futuro a largo plazo si reconocemos los límites de nuestro planeta
Tenemos una oportunidad sin precedentes: cambiando la forma de nuestra economía y sociedad para hacerlas más resilientes, inclusivas, colaborativas y capaces de prosperar de manera sostenible. Necesitamos asegurarnos de crear infraestructuras y sistemas económicos que utilicen los recursos de manera mucho más eficiente que antes, por lo que da pudiendo crecer explotando solo lo que la Tierra nos puede dar. Nada menos que esto puede conducirnos hacia el futuro que todos, y especialmente los más jóvenes, queremos.
Algunos ejemplos
Para dar un ejemplo, sabemos que los niveles de emisiones de gases de efecto invernadero han estado estrechamente relacionados con las actividades humanas e industriales. Viajes, transporte, producción, prácticas de consumo, generación de energía. Necesitamos romper esta correlación, y la digitalización en este sentido es una herramienta imprescindible a nuestra disposición. Con las herramientas digitales adecuadas, los datos se pueden usar de nuevas formas que conducen a mejores decisiones, un uso más eficiente de los recursos y mejores resultados a largo plazo.
Tomemos los edificios. Un edificio digitalizado (de nueva construcción o remodelado, es lo mismo) puede consumir mucha menos energía, ser mucho más resistente para adaptarse a los cambios de escenario y uso, y también resultar mucho más cómodo para quienes lo ocupan. La clave para conseguirlo son las posibilidades que ofrece lo digital. Monitorizar y gestionar de forma remota el edificio de forma operativa, implementar mantenimiento predictivo y preventivo, diseñar sistemas e infraestructuras de forma innovadora.
Hoy en día, para que un modelo empresarial tenga éxito, es evidente que también debe diseñarse para permitir el éxito a largo plazo de la humanidad. De lo contrario, el riesgo es que se vuelva obsoleto rápidamente. Un buen ejemplo son los modelos de negocio circulares, que producen valor y al mismo tiempo aseguran que los productos, componentes, materiales se exploten al máximo de su utilidad y capacidad, siempre.
Prosperidad de un planeta
El éxito para la humanidad se define, simplemente, como la capacidad de prosperar mientras permanece dentro de los medios ecológicos de nuestro planeta. Un concepto llamado "prosperidad de un planeta".
El camino hacia este objetivo se puede medir. Podemos entender si todos pueden disfrutar de los beneficios del crecimiento a través deÍndice de desarrollo humano de las Naciones Unidas. El nivel en el que podemos operar respetando los límites de los recursos de la Tierra se puede rastrear en cambio con elHuella ecológica. Combinando ambos, es posible definir un espacio operativo seguro y justo, que realmente nos permite no “exceder el presupuesto ecológico”.
Las empresas que vayan a poder ayudar a sus clientes a entrar cada vez más en este espacio serán las que necesitaremos aún más a largo plazo.
Por esta razón, la estrategia de Schneider Electric se basa en la capacidad de diseñar una innovación que pueda ganar un doble desafío. El de mejorar el bienestar y la resiliencia de la humanidad, reduciendo al mismo tiempo nuestra dependencia de los recursos del planeta. Una estrategia basada en un doble compromiso: digitalización y descarbonización. Acciones encaminadas a obtener más seguridad y calidad de vida, más respeto de los recursos ambientales a través de elecciones deliberadas que conduzcan a un aumento significativo de la capacidad de obtener eficiencia y circularidad. Nuestro objetivo es maximizar las oportunidades de descarbonización para y con nuestros clientes. Los clientes que construyen y administran edificios en todo el mundo, operan en la industria, en el sector de centros de datos, en infraestructura.
Olivier Blum, director de estrategia y sostenibilidad de Schneider Electric
Prosperidad con los recursos que tenemos
Esto es lo que significa buscar la prosperidad dentro del límite de los recursos del planeta. No se trata de aspirar a hacerlo bien y al mismo tiempo “hacer el bien”. Se trata de interpretar estas elecciones como necesarias si quieres seguir teniendo éxito como empresa en un mundo que enfrenta el cambio climático, la reducción de la biodiversidad y la reducción de los recursos disponibles.
Con este espíritu seremos capaces de superar la crisis que ha provocado el COVID-19. Podremos llegar a un futuro diseñado desde el principio para garantizar la resiliencia y el trabajo para todos. Es fundamental que la conversación sobre temas de sostenibilidad cambie, dejando de considerarlo un “noble esfuerzo” y declarándolo fundamentalmente necesario. Si lo hacemos, esto nos ayudará a hacer florecer un futuro próspero dentro de los medios de nuestro planeta. Es la estrategia más factible que tenemos ahora.
Y, a la larga, ciertamente es mejor que un futuro de inseguridad en el único planeta que tenemos.
Los autores del post
olivier blum, Director de estrategia y sostenibilidad de Schneider Electric.
Mathis Wackernagel, fundador y presidente de Global Footprint Network.