Cuando el inquilino de la Casa Blanca le dijo a TikTok el pasado 6 de agosto que tenía 45 días para cerrar o encontrar un comprador estadounidense, la aplicación de video china estaba en peligro de desaparecer de Estados Unidos, enfureciendo a sus 100 millones de usuarios y enviando Fumar miles de millones de dólares de inversores. Hoy parece que se está tramitando un acuerdo de última hora, pero ...
La compleja negociación entre TikTok y Oracle se forjó para poner la aplicación bajo más control de Estados Unidos. No se sorprenda. Otro ejemplo: Nvidia, una empresa estadounidense de semiconductores, ha ofrecido 40 millones de dólares por Arm Holdings, una empresa británica de diseño de chips. Reacción similar, una tormenta en Gran Bretaña para evitar que la empresa de tecnología se vea involucrada en la guerra comercial estadounidense. No se trata solo del futuro de TikTok. Estos dos episodios ofrecen un adelanto de cómo esta nueva era (¿cómo llamarla? ¿Estatista? ¿Nacionalista?) Cambiará la forma en que se manejan las multinacionales.
Ambas empresas, TikTok y Arm, se encuentran a caballo entre las divisiones geopolíticas y pelea entre los Estados Unidos y China. Sobre todo, el futuro de TikTok y Arm son en el corazón de la economía digital. TikTok es propiedad de ByteDance, una estrella de la tecnología china, y la Casa Blanca dice que teme que los datos de los usuarios se envíen a China, donde el Gran Hermano puede espiarlos, y que el algoritmo que selecciona los videos sea vulnerable a la manipulación china. Los chips de Arm se utilizan en todo el mundo, sobre todo en Estados Unidos y China, sus dos mercados más grandes. El gobierno del Reino Unido teme que una adquisición traslade negocios clave al extranjero (en 2016, SoftBank, una empresa japonesa compró Arm, que prometió mantener la base de la empresa en Gran Bretaña hasta 2021). Otra preocupación es que, bajo propiedad estadounidense, Arm ya no será "neutral" sino que se convertirá en un instrumento del régimen de sanciones en expansión del Tío Sam.
Las empresas cambian con la política
A lo largo de la historia, las empresas siempre se han adaptado a la geopolítica. Las décadas de 30 y 40 fueron las de guerras y proteccionismo. Las empresas (estoy pensando en General Motors, o Coca-Cola en Alemania) permitieron que sus oficinas exteriores se volvieran semiautónomas, para seguir funcionando sin riesgo de cierre. En la década de 80, sin embargo, se extendió por todo el mundo la idea de que todas las empresas deberían recibir el mismo trato, independientemente de su nacionalidad. Esto les ha llevado a operar como empresas globales con gestión, estructura de capital y sistema de producción unificados. Fue el comienzo de la globalización.
El acuerdo propuesto a TikTok muestra cómo van los negocios en la dirección de la década de 30. Aunque los detalles aún no son públicos, el futuro de TikTok en Estados Unidos parece marcado. Es probable que la propiedad de la empresa cambie, ya que los accionistas estadounidenses, incluidos Oracle y posiblemente Walmart, tienen una gran participación minoritaria. Quizás con el derecho de veto sobre algunas decisiones. La ubicación de los activos clave cambiará, la sede se trasladará a América y Oracle gestionará el almacenamiento de datos allí (y posiblemente supervisará el algoritmo). Arm, mientras tanto, ya ha interrumpido su estructura una vez para abordar la geopolítica: en 2018 vendió una participación del 51% en sus activos chinos a inversores chinos. Ahora podría afrontar una nueva metamorfosis. El gobierno británico, por ejemplo, podría solicitar garantías legales que se gestiona de forma independiente en el Reino Unido).
Futuro de TikTok y Arm: contorsiones con limitaciones obvias
Trump parece favorecer a Oracle, cuyo presidente, Larry Ellison, es su partidario. En detrimento de la oferta de Microsoft, por ejemplo, que tenía un sentido un poco más comercial. Será lo mismo para otras realidades. Incluso para revertir las partes (China reclama el derecho a aprobar o denegar la venta). Dividir las actividades en "versiones nacionales" multiplica los costos y las estructuras complejas no dejan claro quién controla qué.
A pesar de esto, espere otras maniobras multinacionales con el declive de la globalización. Aparte del futuro de TikTok. El gobierno australiano exige que Rio Tinto, una empresa minera mundial propensa a los escándalos, sea dirigida por un australiano. Las empresas de tecnología europeas pueden bifurcar, con una línea de producción que atiende a los clientes chinos y otra que atiende a los clientes estadounidenses. Las empresas chinas pueden tener que contentarse con comprar participaciones minoritarias en el extranjero, no con el control total.
En cuanto al futuro de TikTok y Arm, las empresas paralizadas por las sanciones (por ejemplo Huawei), que aún parecen muy poderosas, podrían disolverse. Su propiedad intelectual y las mejores personas podrían migrar a competidores que no enfrentan tales limitaciones.