Están lloviendo formas innovadoras en las que las empresas emergentes y los minoristas de comestibles mantienen a los compradores y empleados a salvo del COVID-19.
Es uno de los sectores de compra imprescindibles, que permaneció abierto incluso durante los peores momentos de la pandemia. Por este motivo, los comercios y empresas del sector alimentario han tenido que pensar de forma innovadora sobre cómo mantener seguros a sus clientes y trabajadores.
Desde robots que imponen el distanciamiento social hasta una aplicación que otorga a las tiendas un "puntaje de actividad", aquí hay siete innovaciones que responden a la pandemia. Muchos podrían convertirse en parte de nuestra vida diaria.
1. En el semáforo del supermercado

La cadena de supermercados Aldi lanzó recientemente un "sistema de semáforo automatizado" en sus tiendas del Reino Unido. ¿El propósito? Asegúrese de que las medidas de distanciamiento social permanezcan vigentes incluso después de que se levanten.
Dependiendo del tamaño y el diseño de la tienda, cada uno tendrá un número máximo de clientes que podrán mantenerse a una distancia entre sí (en el Reino Unido, la distancia mínima es de 2 metros). El sistema de semáforos sigue a los clientes cuando entran y salen de la tienda: no solo regula su flujo, sino que también tiene en cuenta cuántos están presentes.
La luz se vuelve verde solo cuando hay suficiente espacio en la tienda para que el próximo cliente ingrese de manera segura.
2. La app que evita las masificaciones

El inicio Exploradores de línea ha desarrollado una app que alerta a los usuarios de la congestión que puedan encontrar en la tienda a la que pretenden llegar. LineScouts produce un "puntaje de actividad" agregado. A las colas en la tienda se les asigna una puntuación que se traduce en un código de color: rojo para muy ocupado, amarillo para ocupado, verde para poco tráfico y morado si no hay datos.
Los usuarios pueden ayudar informando las condiciones en la tienda en la que se encuentran.
3. Dispositivos de distanciamiento social en la tienda

La sociedad tecnológica indime, con sede en San Diego, está facilitando el seguimiento de las distancias sociales en las tiendas que venden artículos esenciales, como las de la industria alimentaria (y farmacias). domo inteligente es fácil de instalar y se puede adaptar a cajas, mostradores, entradas y otros elementos de una tienda.
Es similar a una cámara de seguridad: observa a los clientes y envía mensajes si están violando las reglas. Cosas como "por su propia seguridad, mantenga al menos un metro de distancia social". Si buscas otras comparaciones con Gran Hermano, piensa en él.
4. Plataformas de reserva de restaurantes que se extienden a las compras en la tienda

La plataforma de reservas de restaurantes OpenTable ha ampliado su oferta para permitir a los usuarios reservar franjas horarias en las que comprar. Las tiendas de comestibles y los supermercados pueden usar la nueva aplicación para limitar los tiempos de espera y reducir la multitud que espera para ingresar a la tienda.
Cada minorista puede adaptar la plataforma para permitir un número diferente de espacios de reserva. Para los usuarios, los horarios de compra se pueden reservar en OpenTable de la misma manera que pueden reservar una mesa en un restaurante.
Básicamente, puedes ir de compras sabiendo que en esa franja horaria hay suficientes personas "reservadas" para garantizar la seguridad.
5. Aplicación para saltar la línea

En los primeros días de la pandemia de Nueva York, Mercados de calle aceleró la promoción de su aplicación para saltarse el pago: la empresa informó que registró más de 1.000 nuevos usuarios por día y tuvo que agregar más servidores para procesar los pedidos adicionales.
Una vez que se descarga la aplicación, los usuarios escanean los códigos de barras del producto con su teléfono inteligente. Al final de las compras, los usuarios escanean un código QR especial que le dice a la aplicación que están listos para pagar, con su teléfono inteligente, y luego salen directamente y sin ir al cajero.
Un empleado de la tienda verifica aproximadamente una de cada veinte transacciones después de pagar para desalentar el robo. Fairway está capacitando rápidamente a sus empleados para promocionar la aplicación, inscribir a las personas en la tienda y ayudar a los compradores a usarla.
6. Un robot para concienciar sobre la higiene en los supermercados

Para aliviar el estrés de sus empleados, la cadena de supermercados alemana Edeka introdujo un robot llamado Pepper en su sucursal de Ahrensburg. Pepper asesora a los clientes sobre la protección y prevención del coronavirus y ayuda a regular el proceso de pago.
Desarrollado por Entrance Robotics e también se utiliza en algunos hoteles japoneses, Pepper ayuda a los clientes. Primero, les ayuda a comprender las recomendaciones de comportamiento e implementar medidas preventivas, a través de conversaciones intuitivas y sin complicaciones. El robot utiliza un lenguaje claro e inequívoco, ya que la empresa lo diseñó específicamente para la comunicación humana. En el sector de la alimentación, también puede ser útil para fines "no sanitarios", para orientar productos y rutas de puntos de venta (sobre todo en la gran distribución) cada vez más desparramados.
7. Chatbot asesorando sobre el momento perfecto para comprar

En un esfuerzo por brindar una solución a las largas colas en las tiendas, la cadena de supermercados Lidl ha lanzado un chatbot de WhatsApp en Irlanda, con el que los clientes pueden conversar y encontrar los momentos más tranquilos en sus tiendas favoritas.
Los clientes simplemente envían al chatbot un mensaje en WhatsApp indicando la hora y el día en que tienen la intención de visitar la tienda. Usando datos en tiempo real y números de transacciones de clientes, el chatbot responderá con un mensaje automático que alerta al remitente si el día y la hora en particular suele ser un tiempo tranquilo, de tráfico medio o no recomendado para comprar.
Entre todas estas innovaciones (quizás excluyendo las cámaras entrometidas), la constante en el sector alimentario parece estar orientada al usuario de todos modos. Al rediseñar la experiencia de uso en las tiendas, las empresas se reinician (y lo hacen bien) a partir de las necesidades de los clientes.