Cada vez más aplicaciones La inteligencia artificial está apareciendo en casi todas partes en estos días, desde navegar por Internet hasta hogares inteligentes y automóviles sin conductor.
Hoy un grupo de investigadores está lanzando un nuevo estudio impulsado por inteligencia artificial que recopilará datos de los reclusos recién liberados. El objetivo final del proyecto es identificar (y con suerte eliminar algún día) los desencadenantes psicológicos y fisiológicos que causan la "recaída" que lleva a los presos a prisión.
Una IA para reducir las recaídas
Los investigadores de la Instituto Politécnico de la Universidad de Purdue planean monitorear los casos de libertad condicional de los voluntarios utilizando una variedad de herramientas y métodos basados en inteligencia artificial, incluidos teléfonos inteligentes y brazaletes biométricos portátiles. Estos dispositivos registrarán y analizarán una variedad de datos, como información biológica de ex reclusos (frecuencia cardíaca), fotos y metadatos de ubicación.
Según los jefes de proyecto marcus rogers e Umit Karabiyik, los datos resultantes serán de gran utilidad para realizar un análisis psicológico forense serio.
Aunque el monitoreo se medirá a intervalos (y no en tiempo real por razones éticas), los investigadores creen que ayudará a construir un perfil de conductas de riesgo y factores desencadenantes y estresantes. En otras palabras, los factores que enfrentan los reclusos recién liberados al regresar al mundo exterior.
Citando un estudio del Departamento de Justicia, los investigadores dicen que más del 80 por ciento de los prisioneros liberados de las prisiones son arrestados nuevamente dentro de los 9 años. Buena parte de estos, a su vez, son detenidos en menos de un año.
caribe observa: “La razón principal por la que los reincidentes son tan altos es que las personas en libertad condicional no sienten que pertenecen a la comunidad. Luchan y rápidamente regresan a sus viejos hábitos criminales. Sus antiguas comunidades criminales se consideran mucho más acogedoras ”.
El estudio inscribirá a 250 voluntarios en libertad condicional (después de obtener el consentimiento de sus familias) después de su liberación. La mitad de ellos recibirá dispositivos de seguimiento biométrico, que los monitorearán durante 4 años. La otra mitad servirá como grupo de control.
El objetivo del estudio es identificar oportunidades de intervención temprana para ayudar a las personas a integrarse con éxito en la sociedad en general.
Marcus Rogers, coautor del estudio
¿Un carcelero de Gran Hermano?
El equipo cree que la tecnología se puede utilizar para inculcar mecanismos de afrontamiento y habilidades sociales para los prisioneros liberados, reduciendo el número de recaídas y previniendo las actitudes que pueden conducir a recaídas.
Esta no es la primera vez que un equipo académico utiliza la vigilancia electrónica para monitorear a los reclusos. En 2017, los investigadores de criminología utilizaron teléfonos inteligentes para rastrear a los prisioneros liberados. Particularmente aquellos que estaban luchando contra el abuso de sustancias o problemas de salud mental. Utilizaron algoritmos para estudiar todo, desde los movimientos de libertad condicional hasta los patrones de sueño, con la esperanza de que algún día dicha tecnología permita la intervención de los trabajadores sociales.
¿Son los nuevos proyectos de investigación sobre vigilancia e inteligencia artificial una recopilación de datos científicos útiles? ¿Podrían finalmente ayudar a los reclusos en libertad condicional?
¿O son una aplicación de vigilancia similar a un panóptico que podría terminar exclusivamente en manos de las fuerzas del orden?
El camino es delicado. Si bien el proyecto tiene cierta resonancia altruista, este tipo de aplicaciones podrían terminar siendo abusadas.