En un mundo donde decenas de millones de personas usan "12345" o "qwerty" como contraseña, tiene sentido usar la seguridad biométrica, ya que cada ser humano tiene múltiples firmas biométricas.
Firmas biométricas únicas que pueden usarse como una contraseña inexpugnable, y que serían mucho más efectivas que las actuales.
Un equipo de investigación acaba de revelar que la risa es exclusiva de cada persona y difícilmente puede ser falsificada. Oluwatoyin Popoola, Olumuyiwa Domingo Asaolu y científicos del Departamento de Ingeniería de Sistemas de la Universidad de Lagos en Akoka, Nigeria, han hecho un descubrimiento. Las personas pueden identificar a otras personas por la naturaleza inigualable de su risa porque, a diferencia de la voz y la forma de hablar, la risa no se puede imitar por completo.

Con este fin, los investigadores identificaron varias frecuencias audibles en la risa de una persona que se pueden usar para crear una firma digital similar a una clave creada por los lectores de huellas digitales.
Contraseña inatacable: todavía no hemos llegado
De acuerdo al estudio publicado en el International Journal of Biometrics, el algoritmo de reconocimiento creado por el equipo tiene una precisión del 90 %, lo que puede ser lo suficientemente bueno para algunas aplicaciones de consumo.
Por ejemplo, la seguridad basada en la risa podría reemplazar el uso del reconocimiento de voz. Mientras tanto, para los sistemas que deben ser muy seguros y predecibles, la precisión del algoritmo de reconocimiento de risa debe mejorarse para lograr una contraseña 100 % inexpugnable.
"La risa ha demostrado ser una característica biométrica viable para la identificación de personas que se puede integrar en los sistemas de inteligencia artificial en varias aplicaciones", concluyó el equipo.
¡Muy divertido!
Un problema potencial con el uso de la risa como firma biométrica es que el sistema que la usa para el acceso seguro debe hacer reír a la gente. Todo el mundo tiene un sentido del humor diferente y lo que parece gracioso para una persona no lo es para otra.
Apenas puedo imaginarme un cajero automático haciendo bromas para ingresar a mi cuenta. O una aplicación móvil en la que, en lugar del formulario de inicio de sesión, hay un comediante que excita mi sentido del humor. ¿Qué pasa con los piratas informáticos y los ladrones? ¿Nos contarán chistes a bocajarro para hacernos reír y robarnos todo?
Infiero que la risa se puede usar como una firma digital o para otros sistemas informáticos. Sin embargo, es poco probable que sean necesarios para sistemas que requieren acceso rápido.
En resumen, hay poco de qué reírse.