Como parte de su tesis de maestría en diseño integrado, Dorothee Clasen ha creado un dispositivo portátil intraoral que permite la interacción basada en el lenguaje entre el hombre y la máquina.
Cuando [in] Brace se coloca dentro de la boca, los usuarios pueden mover un pequeño elemento magnético hacia adelante y hacia atrás para controlar los dispositivos con la lengua y generar una entrada. El módulo wifi detrás del oído del usuario transfiere la entrada dada a otros dispositivos conectados, como dispositivos IoT, computadoras o consolas de juegos.
Al comienzo del proyecto, Dorothee Clasen tiene Estudió el panorama de las interfaces táctiles y la forma en que los humanos interactúan a través del contacto con los objetos. Muchas interfaces utilizan las manos o las yemas de los dedos, pero ella ha decidido centrarse en otra parte del cuerpo: la boca. Impulsado por la curiosidad y el deseo de encontrar nuevos principios para una interfaz basada en el lenguaje, Clasen ha construido muchos prototipos diferentes para explorar físicamente sus ideas, trabajando con diferentes materiales, actuadores y sensores.
[in] Brace, dispositivos de control con la lengua
El prototipo final se basa en un principio electromagnético para garantizar una interacción tangible, fluida y confiable. Los sensores incorporados detectan la posición de la pequeña esfera magnética que la lengua del usuario puede empujar hacia adelante y hacia atrás. Para lograr un manejo fluido y directo, la posición y la distancia entre los sensores deben adaptarse a las necesidades específicas del idioma del usuario. por tanto, el dispositivo se diseñó con una especie de "máquina" para colocar en la zona del paladar.
¿El ratón del futuro? Un piercing
Para experimentar y probar el prototipo final de [in] Brace, el Clasen creó el juego 'Tong'. es evidente que se basa en uno de los juegos de arcade más icónicos de la historia. Prácticamente Pong, pero con la lengua.
Para jugar a "Tong" se han fabricado dos dispositivos, como un joystick de consola. Su diseño se ha adaptado a los atributos fisiológicos del usuario, para una mejor posición de los sensores en el paladar. El uso de la lengua requería que el usuario desarrollara una coordinación ojo-lengua particular. Los primeros juegos fueron un poco erráticos, pero los usuarios mejoraron rápidamente sus habilidades y disfrutaron del juego.
En el futuro será posible miniaturizar aún más la planta. Las formas de conexión biológicas y no invasivas reemplazarán los cables. Tal vez algún día sea posible colocar los sensores directamente en una esfera metálica normal, una especie de perforación como las que ahora se muestran en los idiomas (y no solo) de muchas personas.
Pensar en posibles aplicaciones y encontrar escenarios de usuario adecuados fue otra parte importante de este trabajo. Reducir el tamaño del dispositivo. La implementación del módulo wifi y la batería tampoco fue fácil. ¿Próximos pasos? Incorpora un actuador para permitir la retroalimentación táctil del dispositivo. Y, por supuesto, colaborar con otras disciplinas para probar el dispositivo en un grupo objetivo más específico.
[en] Ascuas, aplicaciones prácticas
[In] Brace podría usarse en fisioterapia para motivar a los pacientes a volver a entrenar el movimiento de la lengua, tal vez incluso a través de la gamificación. También se podría utilizar una interfaz para controlar dispositivos con la lengua cuando otras partes del cuerpo (ojos, manos, pies) ya están ocupadas con tareas de desempeño. Un astronauta podría usar un dispositivo de lengua durante una misión extraterrestre para dar una entrada sutil, ya que los trajes y guantes voluminosos no están diseñados para tareas delicadas de interacción. Un pianista podría hojear partituras electrónicas con la lengua mientras toca. Un esquiador o motociclista podría cambiar entre las pistas de su lista de reproducción mientras corre o esquiaba.
En realidad, las aplicaciones podrían ser muchas, incluso en el área de inclusión y discapacidad.