La plataforma “Misü” es una solución de monitoreo del estado de ánimo para quienes buscan una forma simple e intuitiva de realizar un seguimiento de sus emociones y estado de ánimo diario.
Misü trabaja usando inteligencia artificial (IA) para tomar fotos durante el día y tener en cuenta las expresiones faciales. El objetivo es detectar automáticamente el estado de ánimo de una persona además de sus grabaciones voluntarias de estados de ánimo. El sistema tiene todo en cuenta, incluidas las microexpresiones (incluso entrecerrar los ojos) para calificar la felicidad y la ansiedad en una escala de cero a 100 y permitir a los usuarios comprender mejor cómo se pueden sentir a diario. Puedes descargarlo aquí.
Un diario hecho de miradas
Como un "perro" que mira a su amo para entender cómo es el aire, pero lo hace decenas de veces al día. Y con un algoritmo de inteligencia artificial que le hace aprender cada vez más, y cada vez más rápido. Hasta el punto en que nos dicen que no, nuestras optimistas declaraciones sobre el futuro no engañan: estamos preocupados. Hasta el punto de decirnos cuando nos estamos mintiendo. Una forma de autoayuda inteligente que no puede y nunca podrá reemplazar hablar con amigos, o mejor aún, la actividad de un psicólogo profesional. Pero Misü es una herramienta que puede ayudarnos a comprender un poco más nuestras propensiones y nuestra forma de reaccionar ante las cosas de la vida.
¿Qué pasa con la privacidad?
El problema es obvio: proporcionar a una empresa un seguimiento uniforme de nuestras emociones puede hacernos cada vez más vulnerables. Por ejemplo, estos datos podrían usarse “en nuestra contra” ofreciéndonos compras en momentos de mayor vulnerabilidad. Por lo tanto, desde la cima de la empresa que creó Misü, se apresuran a decir que se centran en el estado de ánimo de una persona, no en el uso de datos. "Nos tomamos muy en serio la privacidad al hacer todos los cálculos en la computadora del usuario y nunca subir contenido a un servidor remoto", se puede leer en el sitio web oficial de la aplicación.
Por otro lado, ya controlamos cuántos pasos damos, cuánto dormimos y también qué comemos.