La investigación financiada por la Marina de los EE. UU. Podría reemplazar a los perros utilizados por escuadrones de bombas.
Altolà, gente malvada que quiere detonar algo: hiciste los cálculos sin las langostas cyborg. Un equipo de investigación financiado por la Marina de los EE. UU. Ha desarrollado una clase de langostas cibernéticas capaces de percibir una amplia gama de sustancias, incluidas las explosivas.
En la publicación publicada en BioRxiv, los investigadores describen cómo se han utilizado los insectos para detectar gases liberados por sustancias como el nitrato de amonio, comúnmente utilizado en la fabricación de bombas y explosivos militares, TNT y RDX.
Las langostas cyborg individuales han podido oler con éxito material incendiario, pero los resultados mejoraron cuando los científicos recolectaron datos de un mini enjambre de siete o más langostas, donde se distribuyó la capacidad de detección.
El artículo de investigadores de la Universidad de Washington en St. Louis describe la transformación de insectos en detectores de explosivos mediante la implantación de electrodos en el cerebro. Esto permitió a los investigadores analizar la actividad neuronal de las langostas cuando encontraron ciertas sustancias.
Una lluvia de fondos en esta investigación
Hace cuatro años, la Oficina de Investigación Naval de los Estados Unidos reservó $ 750.000 para el proyecto, pero hasta ayer no estaba claro si el plan funcionaría. El nuevo documento sugiere que el uso de una langosta cyborg en el suelo está cerca de convertirse en realidad.
La investigación está explorando el camino de los bio robots con gran determinación: hace solo 15 días en Stanford convirtieron medusas en cyborgs.
Los investigadores decidieron trabajar con langostas estadounidenses porque son "robustas" y "pueden transportar cargas pesadas", revela la investigación. El verdadero desafío era encontrar una manera de "leer la mente" de las langostas sin tener que someterse a una cirugía masiva. El procedimiento implica una incisión "menor" en la cabeza de los insectos que les permite continuar moviendo sus bocas y antenas libremente.
Cyborg Locusts, el próximo desafío: controlar sus movimientos
Para dirigir los enjambres de langostas cyborg donde se necesitan, los científicos de la Universidad de Washington exploran dos caminos. la primera, insértelos en pequeños "vehículos" (completos con ruedas) para moverlos a voluntad. El segundoEn última instancia, está practicando una planta de seda para insectos, una especie de 'nano tatuaje' que le permite pilotarlos de forma remota.
formación
Las langostas Cyborg han sido expuestas a cinco explosivos diferentes y algunos otros químicos. Dentro de 500 milisegundos de exposición a cada sustancia, aparece un patrón de actividad obvio y distinto en el cerebro de los insectos.
Esta velocidad puede atribuirse a la biología de las langostas: sus pequeñas antenas poseen alrededor de 50.000 neuronas olfativas. Esto los hace fenomenales al percibir una amplia gama de sustancias, mejor que cualquier sensor artificial que los humanos hayan fabricado.
Dado que sería difícil procesar los datos de tantas neuronas, el equipo se centró en un "cuello de botella" en el cerebro de las langostas, una región compacta de alrededor de 800 neuronas que procesa la información de las antenas. Las señales mostraron lo que los errores detectaban, lo que permitió a los científicos interceptar efectivamente las reacciones de la langosta.
Posibles mejoras.
Los electrodos pueden recoger las señales durante aproximadamente siete horas después de colocar los implantes en las langostas Cyborg, y luego desaparecen. Sin embargo, los investigadores señalan que este período puede extenderse perfeccionando la técnica quirúrgica utilizada para el implante.