Para participar en un concurso de diseño de estudiantes, el entonces de 23 años sandra rey se encontró viendo videos en YouTube sobre criaturas marinas. Entre estos, algunos dotados de bioluminiscencia produjeron a su paso un delgado halo luminoso.
Desde entonces, Rey se propuso replicar esta tecnología natural y hoy, 5 años después de ese episodio, nació. resplandor, la startup que crea instalaciones luminiscentes para espacios públicos y hoteles.
Sandra admite que es poco probable que su creación suplante las luces de la sala de estar o las luces del automóvil, pero espera crear suficiente luz. ¿Cuánto cuesta? Suficiente para jugar un papel en la mezcla de luz que ayuda al mundo a reducir su dependencia de la electricidad, al menos de la “loca” nacida de fuentes no renovables.
Una historia brillante
Al comienzo de su investigación, Sandra Ray dice que a menudo trabajaba en completa oscuridad para poder distinguir un brillo muy tenue, indistinguible de otra manera.
Como los fotógrafos del siglo pasado, en su "cuarto oscuro" esperó de 10 a 15 minutos a que se produjera una luz tenue. Hoy se obtienen resultados mucho más halagadores y todavía hay margen de mejora.
Uno de los primeros inversores en ayudar a Sandra fue Cyprien Comarmond, CEO de una empresa de construcción y hoy también miembro de la junta de Glowee.
"Glowee puede tener un gran impacto en el medio ambiente", Dice Cyprien. “Crear luz sin electricidad significa menos contaminación nuclear y por carbón. Reducimos el impacto ambiental con sustancias naturales. ¡Y también creamos atmósfera! "
Una solución sostenible
La bioluminiscencia puede ser una opción válida: luchar contra el calentamiento global reduciendo el uso de recursos limitados, residuos y contaminación no está nada mal.
A pesar de las más de 10.000 unidades ya vendidas (principalmente en hoteles y spas, debido a la luz muy relajante que produce), Glowee aún no es rentable y la empresa también se autofinancia montando instalaciones de arte para eventos.
En los próximos 3 años, Rey espera producir una luz lo suficientemente fuerte como para proporcionar también alumbrado público o exterior durante la noche, lo que también puede reducir la contaminación lumínica de nuestras ciudades.
Luz natural
La luz Glowee proviene de bacterias marinas que la emiten de forma natural. Estos son organismos vivos, por lo que necesitan mantenimiento de alguna manera vagamente similar a la de un acuario.
¿Y el interruptor?
Ahi esta. La luz se puede regular: con un pequeño dispositivo, las bacterias se ven privadas de oxígeno (no te preocupes, se duermen pero no mueren) y sin oxígeno la luz se apaga. ¿Se reemplaza el oxígeno? La luz vuelve a encenderse.
Potencial fascinante
La luz Glowee puede suplantar en algunos entornos tanto clásicos como LED. Imagine, por ejemplo, un dormitorio con paredes brillantes enteras que pueden proporcionar belleza artística y la suave luz nocturna necesaria.
Próximos desarrollos
Como se dijo, Glowee aún no tiene superávit, pero con más de 4 millones de euros recaudados sobrevive muy bien. Cuenta con más de 800 pequeños inversores que han apostado por la empresa a través de una plataforma de crowdfunding. Sin embargo, un gran inversor dispuesto a llevar a Glowee al siguiente nivel no le haría daño.