Estés de acuerdo o no, el calentamiento global es una realidad. Y según lo informado por la NASA y las noticias diarias, las actividades humanas continuar exacerbando el problema.
Hay hoy más emisiones de las que hemos visto en toda la historia. Dos tercios de los fenómenos climáticos extremos de los últimos 20 años son atribuibles a la actividad humana. La compañía colapsará a este ritmo para 2050.
Sin embargo, no todos remos contra el planeta: Las empresas y los científicos de todas partes trabajan arduamente para combatir el cambio climático. De una manera controvertida (léase: entre elogios y críticas) también lo seráfico Bill Gates quiere hacer su parte.
Geoingeniería solar
Parece un término tomado de una película apocalíptica, pero es un enfoque que, por radical que parezca, podría ser efectivo para combatir el calentamiento global. En resumen, es una tecnología que reproduce los efectos de una gran erupción volcánica.
andy parker, director de la Iniciativa de gobernanza de la gestión de la radiación solar, dados: “Según nuestras simulaciones, reducir la amplitud de las olas de calor también tendría efectos beneficiosos contra el aumento del nivel del mar y contra la intensidad de las tormentas tropicales”.
Que es
En resumen, una serie de aviones que vuelan a gran altitud rociaría millones de toneladas de partículas alrededor del planeta para crear grandes nubes químicas capaces de enfriar la superficie de la tierra.
Detener. No canten la victoria, queridos nerds. Y no digas "¡lo sabíamos!", Amables teóricos de la conspiración: La tecnología está cerca, pero aún no está lista.
Y la creación de nubes químicas tendría dos contraindicaciones "pequeñas": primero, podría afectar a la meteorología a nivel local. En segundo lugar, podría hacer que el cielo sea menos azul.
¡La buena noticia es que el proceso es sostenible! Tal vez.
Por Stephen Gardiner, autor de "La tormenta moral perfecta: la tragedia ética del cambio climático”Las consecuencias generales serían mucho más que pequeñas. "Podrían provocar hambrunas e inundaciones masivas y otras dificultades incluso para grandes poblaciones".
¿Se considerará sostenible una solución con efectos secundarios potenciales muy negativos, solo porque los beneficios podrían superar los inconvenientes? Este es el dilema ético al que se refiere Gardiner.