Ahora está claro para todos que el hombre tiene un plan para ir a la Luna y luego (eventualmente) a Marte.
Para una generación generalizada de astronautas de largo alcance, la comodidad de un hábitat inflable puede ser un factor de absoluta importancia y necesidad.
Orbitar la luna o cruzar el espacio en dirección a Marte durante meses significa tener que lidiar con mucho, mucho tiempo para gastar.
Vivir confinado en un espacio confinado durante mucho tiempo no es ideal para un ser humano, y tampoco es una excepción para los científicos.
Es por eso que la NASA está buscando posibles hábitats artificiales para ser construidos: casas cómodas para los viajeros que tienen que vivir en el espacio durante mucho tiempo.
Uno de los proyectos más prometedores para administrar la vida en Marte es sin duda el presentado por la Sierra Nevada Corporation.
Es una estructura rígida que alberga un hábitat inflable que puede expandirse en etapas posteriores del viaje. Una vez que se llena de aire, el módulo proporciona habitaciones de tamaño real.
El módulo es lo suficientemente ligero como para ser compactado y lanzado en vectores espaciales de nueva generación (como el Falcon Heavy de SpaceX o el Blue Moon de Jeff Bezos) Una solución definitiva, considerando los requisitos de peso y espacio que serán cada vez más importantes.
Una casa que viene de lejos
La NASA ha estado diseñando lugares que mejoran la comodidad de los viajes espaciales largos, y se ha centrado en particular en este tipo de hábitat inflable desde que, en 2016, confió esta tarea a empresas asociadas.
El componente ganador es el de la versatilidad: con este módulo, los astronautas no solo pueden permanecer en órbita, sino también subir y bajar del módulo durante sus misiones.