15 DE AGOSTO DE 2042 - Las reyertas entre manifestantes, drones autónomos y policías en la Marcha por los Sueños Humanos del pasado sábado deben hacer reflexionar a los políticos.
Deben abandonar por completo el escepticismo de la tesis de economistas y tecnólogos de que la inteligencia artificial y la robótica están reconfigurando la economía y el trabajo precario.
Estamos dando por sentado que nada saldrá mal y que el gobierno garantizará a todos los ciudadanos un buen nivel de vida, independientemente de su capacidad de trabajo.
El crecimiento del PIB en 3,2% en el segundo trimestre de 2042 y la tasa de desempleo se detuvo en 4,5% esconden una realidad: En nuestro país, muchas familias no pueden sobrevivir. El nivel de los salarios ha estado estancado desde 2038. Aproximadamente 7 de cada 10 empleados son precarios sin perspectivas de crecimiento. Y casi 3 de cada 10 adultos no participan en la fuerza laboral de ninguna manera y no son parte de la estadística.
La respuesta, por supuesto, no es descomponer la tecnología. Estamos en medio de una revolución total que comenzó hace décadas, ofreciéndonos productos y servicios impensables hace 25 años. Lo cual ha ayudado a mitigar los problemas climáticos del planeta. La cual ha logrado metas increíbles en el campo de la medicina y llevado la investigación científica a la excelencia.
Sin embargo, nunca debe olvidarse que gran parte de la riqueza generada por los avances en IA y robótica ha sido propiedad exclusiva de los líderes tecnológicos. Es hora de distribuirlo de manera más uniforme a través de una red de seguridad social más amplia.
Sin embargo, parece que la política va en la dirección opuesta, la de grandes recortes en el gasto social. Esto explica el motivo de las protestas, hasta el escenario del sábado.
Los cargos son los mismos de siempre. Por un lado, la policía que embistió a los manifestantes por "motines" no especificados. Por otro lado, los manifestantes denunciaron la presencia de agitadores blindados que habrían arrojado piedras contra aviones no tripulados solían controlar a la multitud. En cualquier caso, la elección de rociar la cabeza de la procesión con spray punzante provocó todo lo demás.
El número de víctimas es escandaloso, pero ya no sorprende ahora. Todavía 22 heridos graves, un muerto más pisoteado por la multitud. Otras 200 detenciones entre las realizadas en el acto y las realizadas tras los controles faciales. 2042 será el año negro de la represión.
El error habitual
Sin embargo, golpear a las personas desesperadas cuyos cambios económicos se han llevado todo es un error que siempre se repite en la historia. Durante la transición a la revolución industrial, muchas máquinas ocuparon el lugar de los trabajadores, tejedores, agricultores. Entre 1990 y 2025, los gobiernos de Europa y EE. UU. todavía hicieron recortes en los programas sociales, hasta el punto de destruir lo que alguna vez se llamó la "clase media". Ahora que este amortiguador social ya no existe, los trabajadores insuficientemente capacitados terminan en los barrios marginales del sector servicios sin seguridad laboral ni perspectivas.
Ahora, sin embargo, la última generación de automatización avanzada es diferente a las demás, porque hoy las máquinas nos superan en muchas tareas. Una proyección de investigación de IA ha predicho que para 2075 habrá un 90% de posibilidades de que las máquinas superen a los humanos en todas las tareas económicamente relevantes.
Ahora que las máquinas nos han liberado de las tareas más dispares, como recoger basura o patrullar las calles, la prioridad es que no nos liberen de nuestra necesidad de ser útiles.
La tarea de la política
Los gobiernos pueden y deben integrar las comodidades de la nueva tecnología con las necesidades del trabajo, y los acuerdos como el de los conductores remotos son bienvenidos. La ley que impuso a todos TIR autónomos La supervisión humana ha salvado 400.000 empleos en todo el mundo, pero aún queda mucho por hacer.
En la cultura anglosajona del siglo pasado existía una especie de mito llamado “sueño americano”. Un conjunto de creencias basadas en la posibilidad de que cualquier persona decida su propio éxito con iniciativa personal. Si alguna vez existió, este sueño se desvaneció a partir de los años 70 del siglo pasado. Y no hay ni rastro de ello con la revolución de la IA que lo ha automatizado todo.
El movimiento Human Dreams nació con la intención de hacer realidad ese "único" sueño americano. Cuando los manifestantes gritan en voz alta que el trabajo duro, la habilidad y el talento ya no tienen sentido, están lanzando una provocación inevitable.
Todos estamos familiarizados con las demandas de este movimiento cada vez más agresivo. Automatización de impuestos para garantizar a los ciudadanos salarios al menos el doble de la línea de pobreza.
Un programa que la ONU viene defendiendo desde hace casi una década, con llamamientos constantes para su adopción en todos los países del mundo.
Hasta la fecha, en 2042, solo China ha equilibrado la pérdida de empleos debido a la inteligencia artificial y la robótica con una mayor asistencia social, aunque vinculándola a un mayor control sobre las actividades (y opiniones) de los ciudadanos.
La reforma de Healtall
En occidente, el mismo esfuerzo global realizado por la salud serviría al tema del empleo. 2034 con Healtall fue un ejemplo para todos. La capacidad de estandarizar los sistemas de salud surgió de la insostenibilidad de los costos de los seguros en un mundo precario. En aquella ocasión, la tecnología y la política encontraron el lugar indicado. Los costos médicos más bajos debido a la tecnología han estimulado a los gobiernos a brindar atención médica pública y sostenible para todos. Incluso a largo plazo.
El programa Human Dreams no es la solución a todos los problemas y desigualdades socioeconómicas. Sin embargo, es un paso decisivo. Un paso hacia la reforma de la Red de Seguridad Social. Una medida indispensable para todos los ciudadanos del mundo cuyo trabajo ha sido inutilizado por la tecnología.