Un equipo de investigación logró forzar a las células cancerosas a convertirse en células grasas en una nueva prueba en ratones.
Para obtener el resultado, el equipo explotó el comportamiento anormal de las mismas células metastásicas que el cáncer de seno. Los resultados son realmente prometedores.
Cuando se corta un dedo, o cuando crecen los órganos del feto, las células epiteliales comienzan a volverse más "fluidas". Se transforman en un tipo de célula llamada mesenquimal, y luego en el tipo de célula necesaria en ese momento.
Este proceso se llama transición epitelio-mesenquimatosa (EMT). Desde hace algún tiempo se sabe que el cáncer adopta tanto este proceso como su opuesto, la transición mesenquimatosa-epitelial, para extenderse por todo el organismo.
Los investigadores trataron a ratones afectados por cáncer de mama agresivo con dos medicamentos. Uno para la diabetes llamada rosiglitazona, otro para el cáncer llamado trametinib.
El uso de estos fármacos ha trastocado los sistemas adoptados por el cáncer, que ha comenzado a transformar sus células en células grasas en un proceso llamado adipogénesis.
En un artículo de enero pasado, el equipo había presentado su modelo teórico..
Los resultados de hoy esencialmente transmiten dos noticias, una muy buena y otra no tan mala. La primera (no está mal) es que casi todas, pero no todas las células cancerosas se convierten en grasa. Las pruebas tendrán que determinar las dosis y los tiempos de los procedimientos, y el equipo ya está trabajando en esto (también investigando otros tipos de cáncer que pueden abordarse con este método).
La muy buena noticia es que en este caso el proceso de adipogénesis es irreversible. Si funciona para todas las células, nos encontraremos pasando de una cáncer algo de grasa para eliminar.
"Las células de cáncer de mama que se someten a tratamiento no solo se convierten en células grasas, sino que, sobre todo, dejan de proliferar". dados Gerhard Christofori, el bioquímico de la Universidad de Basilea en Suiza, primer autor de la investigación.
Lo interesante es que las dos drogas ya están aprobadas por la Administración de Drogas y Alimentos: Por esta razón, el paso a las pruebas clínicas en seres humanos será muy simple y rápido.
“En el futuro, este enfoque terapéutico innovador se puede utilizar en combinación con la quimioterapia convencional para suprimir tanto el tumor como sus posibles metástasis”, explica Christofori.
La investigación fue publicada y reanudada en la revista Cancer Cell.