Armas futuras
En el futuro, es posible que estemos tratando con armas biológicas que se dirijan solo a grupos específicos de personas, dejando a todos los demás ilesos.
Estos son los resultados de un estudio del Centro della Universidad de Cambridge para el estudio de los riesgos existenciales.
En el informe presentado e relanzado también en el último número del Telegraph, los investigadores observaron que los gobiernos del mundo han fracasado, y además en una tarea considerada crucial. Sí, los gobiernos del mundo han fallado en prevenir el advenimiento de armas futuristas basado en tecnologías muy avanzadas (o en inteligencia artificial) y manipulación genética.
Un arma basada en IA, advierten los estudiosos, podría revolucionar por completo el mecanismo de causa y efecto. Es decir, podría "pensar por objetivos", cambiando la estrategia por sí mismo según la situación para obtener un resultado. Imagina, en otras palabras, un misil que cambia su trayectoria por sí mismo hasta llegar a su destino.
El mayor peligro, sin embargo, proviene de las armas biológicas: patógenos diseñados para matar solo a personas pertenecientes a un grupo racial particular. Una forma de deshacerse de los incómodos enemigos casi quirúrgicamente: demasiado "codiciosos" para no representar un riesgo muy real de uso si estuviera en manos de un estado beligerante.
Proactividad
El informe se refiere explícitamente al deseo de crear grupos independientes para evaluar los riesgos de las tecnologías futuras utilizadas con fines ofensivos.
Por supuesto, estos grupos de análisis también deben considerar la creación de protocolos de seguridad específicos para proteger a la población de los riesgos que representan estas armas.
“La tecnología es cada vez más sofisticada ya precios cada vez más bajos. Esto también "democratiza" la capacidad de hacer daño más rápido y letal", escriben los autores del informe. "En algunos casos específicos, un arma biológica podría matar solo a grupos étnicos específicos, según su huella genómica"..
La investigación sobre armas biológicas termina de una manera realmente inquietante pero bastante efectiva: "No podemos darnos el lujo", dicen los autores, "de esperar a que suceda algo antes de hacer remedios". Cómo culparlo.