Un equipo de investigación en Stanford ha desarrollado una prótesis electrónica inusual que se parece a un pequeño trípode, equipado con sensores de movimiento y equilibrio, que proporciona a los amputados una mayor estabilidad en cualquier terreno.
El dispositivo, desarrollado con una nueva técnica de creación rápida de prototipos que permite reducir costos y tiempos, puede ayudar a casi 12 millones de personas amputadas en el mundo que, debido a las dificultades de movimiento relacionadas con las prótesis actuales, reducen la calidad de vida.
El nuevo pie biónico. elimina el riesgo de caídas y amplía el terreno sobre el que se puede caminar: la distribución de la presión en tres puntos de contacto con el suelo en lugar de uno solo es la clave de este resultado. El pie acerca sus movimientos de "ajuste" a los naturales, gracias a sensores que monitorean y cambian la posición del dispositivo actuando sobre sus pequeños servomotores.
El desafío absoluto cuando se habla de prótesis es hacerlas lo más livianas y menos costosas posible: sin las modernas técnicas de creación de prototipos utilizadas en este caso, el proceso de perfeccionamiento de los dispositivos puede llevar años, pero en Stanford han avanzado utilizando un "simulador de prótesis" que ha analizado todos los aspectos de las diversas creaciones incluso antes de la fase de producción.