Un gran asteroide explotó sobre Puerto Rico al entrar en la atmósfera de la Tierra poco después de ser identificado por telescopios en Hawai.
En el momento del descubrimiento, la gran piedra espacial estaba a 500.000 km de la Tierra, no lejos de la luna (que es de unos 384.400 km).
Afortunadamente, no provocó víctimas, sino que marcó el éxito del sistema de vigilancia adoptado. En el futuro (espero que no, pero es una cuestión de "cuándo", no "si") esta tecnología ayudará a los humanos a realizar evacuaciones rápidas antes de un impacto.
Según un comunicado de prensa del Universidad de Hawaai, hogar de los telescopios, el accidente prueba que el sistema de alerta (también apoyado por un serie de satélites lanzado en los últimos años) funciona.
Sin embargo, hasta ahora es un caso excepcionalmente raro. De hecho, es solo la cuarta vez en la historia que los científicos descubren un asteroide con tan poca antelación de un impacto. Los cuatro casos, sin embargo, han sucedido en los últimos 11 años.
2019 MO, el asteroide que explotó sobre Puerto Rico, tenía casi 5 metros de diámetro y ardió en una enorme bola de fuego. Una explosión equivalente a la de 6000 toneladas de TNT según el Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS) del Jet Propulsion Lab.
Hawkeye
El descubrimiento cercano del asteroide se debe a ATLAS, un sistema cuyo nombre significa Sistema de última alerta de impacto terrestre de asteroides. Consiste en dos telescopios ubicados a 150 km de distancia en dos islas hawaianas distintas. Cada dos noches, ATLAS escanea el cielo en busca de asesinos espaciales.
El MO de 2019, aunque de dimensiones “interesantes”, es prácticamente una miniatura en comparación con el meteoro gigantesco que explotó sobre Rusia en 2013. El tamaño de ese cuerpo celeste era cinco veces mayor y explotó con una energía 100 veces mayor.