Seaborg es la mayor startup europea en el campo del diseño de reactores nucleares. Su creación actual es un reactor nuclear ultracompacto de "sal disuelta" (llamado CMSR): su núcleo no puede fusionarse. Ni Chernóbil, ni sarcófago, ni pesadilla del holocausto nuclear. Sobre todo, no necesita refrigeración (o toda esa agua).

En el CMSR, el combustible se coloca en una sal líquida que actúa como refrigerante., asegurando una temperatura constante y evitando que el núcleo se derrita o explote, y en caso de emergencia simplemente se apaga por sí solo.
El tema de la seguridad es fundamental, pero este sistema también implica una reducción loca en los costos: el CMSR en estudio es diez veces más pequeño que un reactor actual y apunta a ser de 20 a 30 veces más pequeño que un reactor submarino actual.

Seaborg puede darse el lujo de "quemar" incluso los desechos nucleares agregando torio como catalizador: una especie de incinerador nuclear, en otras palabras. Los reactores actuales usan el 4% del potencial de las barras de uranio 235 y no pueden usar uranio 238. El torio en combinación con el uranio extiende la fisión nuclear durante cientos de miles de años en lugar de decenas de miles.
La hoja de ruta con los costos relacionados enfrentados y por abordar:
• 2014-2016: Fase 1 preliminar al concepto;
• 2017-2018: Fase 2 preliminar al concepto: 1.5 millones de euros;
• 2019-2020: Fase de diseño conceptual: 10 millones de euros;
• 2021-2024: Fase de dibujo técnico: 50 millones de euros;
• Proyectos de construcción terminados.
El primer proyecto piloto será de 50MW, que se construirá a finales de 2024. El coste estimado de un reactor de 250MW que se construirá en 2025 es de entre 50 y 70 millones de euros. Y el sarcófago de Chernobyl puede descansar en paz.