El género apocalíptico ya no es prerrogativa del cine, y no depende de factores externos: un informe publicado por la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de Ecosistemas (IPBES), una importante junta científica, señala con el dedo humanidad, responsable sin apelación por el exterminio de una especie animal de 8.
El informe, compilado por 145 científicos de 50 países, investigó el impacto de la humanidad en el medio ambiente y concluyó que de los 8 millones de especies conocidas en el planeta, un millón está al borde de la extinción únicamente debido a los humanos.
El cambio climático, la contaminación, el consumo de recursos y la destrucción del hábitat son los cargos, los delitos perpetrados. "A un ritmo más alto que en los últimos 10 millones de años, y creciendo exponencialmente".
"La parte del planeta que todavía no se ve afectada por el hombre es cada vez más pequeña" dados Sandra Diaz, coautora del informe y profesora de la Universidad de Córdoba. "Tenemos que comenzar a actuar como servidores de la vida en la Tierra si no queremos destruirla".
El 75% del suelo y el 66% de las áreas acuáticas han sido alteradas: el 40% de los anfibios, el 30% de los arrecifes de coral y el 33% de todos los mamíferos marinos están al borde de la destrucción.
"La salud de los ecosistemas de los que dependen nuestras vidas se degrada más rápido que nunca". le hace eco Sir Robert Watson, otro miembro del panel. Hay esperanza, sí, pero solo con la condición de que se tomen medidas ahora.
"La nuestra es la primera generación que tiene herramientas que pueden mostrar cuánto ha empeorado la Tierra debido a nuestra acción".
Günter Mitlacher, WWF
"También somos la última generación con la capacidad de revertir el rumbo".
Esto significa superar modelos económicos basados en el mito del "crecimiento infinito" y cambiar el enfoque del cultivo, la cría y la pesca. Significa restaurar ecosistemas dañados.
2020 será el año de dos cumbres mundiales sobre problemas climáticos y medioambientales: el acuerdo 2015 (improductivo) de París establecerá nuevos objetivos.