La energía fotovoltaica está en vísperas de otro nocaut en su lucha por eliminar todas las fuentes de energía tóxicas y baratas que están acabando con el planeta.
"Para 2023, la energía solar será más barata que el gas natural en prácticamente todas las partes del mundo". dados tom heggarty, analista de energía.
Esto hará del gas natural la próxima víctima de la energía fotovoltaica, que ya en un Informe de marzo de 2019 resulta ser más barato que las centrales eléctricas de carbón (en el 74% de los casos, el estudio mostró que mantener activas las centrales de carbón cuesta más que descomponerlas y reemplazarlas por plantas de energía solar).
En definitiva, otro cambio importante está a la vuelta de la esquina: la propia Europa ha tenido en los últimos años convirtió rápidamente su economía energética al enfocarse en el gas natural, aumentando su uso en un 5% anual durante los últimos 5 años. En Estados Unidos, el gas natural ha superado al carbón como principal fuente de energía desde 2016.
Cómo el desplome del precio de la energía solar puede impulsar la economía italiana
Italia es uno de los principales beneficiarios de esta tendencia a la baja de los precios de la energía fotovoltaica: su posición crucial en el centro del Mediterráneo le permite recibir sol la mayor parte del año, con un pico de más de 2600 horas al año en algunas partes de Cerdeña. Actualmente, sus inversiones en gas natural están por encima de la media europea (14% de las necesidades, frente a una media del 11%).
El rápido crecimiento de la fotovoltaica italiana es un hecho de buen augurio: la energía procedente del sol ha pasado del 6.3 % en 2004 al 17.1 % en 2014, alcanzando los objetivos fijados para 6 con 2020 años de antelación. El 2018% llevó la producción de energía solar italiana a 7 gigavatios. El plan de energía y clima presentado por el Gobierno en los últimos meses apunta a alcanzar 50 gigavatios para 2030.
Un cambio decisivo debido no solo a las políticas gubernamentales, sino también a la atención renovada de los ciudadanos: el año pasado se lanzaron proyectos por un total de 84 megavatios sin recurrir a subsidios estatales. Con un mercado solar impulsado por instalaciones residenciales e guiado por una política más cercana a los problemas energéticos El crecimiento será acelerado y constante.