El gobernador del estado de Washington, Jay Inslee, firmó una ley esta semana que autoriza explícitamente la "reducción orgánica" de restos humanos. Es el único estado en los EE. UU. (y probablemente en el mundo).
El acuerdo también legaliza la hidrólisis alcalina, un proceso químico que utiliza calor, presión y agua para licuar los restos: los huesos permanecen intactos y pueden reducirse a cenizas para los seres queridos.
La nueva ley, que entrará en vigor en mayo de 2020., es una segunda medida fantástica Recomponer, una organización que tiene como objetivo ofrecer servicios de "compostaje" como alternativa al entierro y la cremación. Las técnicas tradicionales incluyen una forma de "embalsamamiento" con compuestos químicos que tardan siglos, si no milenios, en limpiar el suelo. La cremación también requiere una cantidad significativa de energía (principalmente de fuentes) que da como resultado la liberación de gases de efecto invernadero.

El compostaje no está completamente libre de emisiones, pero es, con mucho, el método "más verde": Recompose y las empresas que surgirán a partir de ahora se volverán hacia aquellos que quieren saludar a este mundo sin dañar el medio ambiente.
El proceso se completa en 4 semanas y cada cuerpo produce poco menos de 1 metro cúbico de compost: una forma de continuar el ciclo de la vida, los miembros de la familia podrán llevarse a casa una "maceta" de tierra que podrá dar a luz nuevas plantas y árboles.
Pala de katrina, fundador de Recompose, estima el coste del proceso en unos 5000 euros: más caro que los tradicionales, pero más económico para el medio ambiente con una tonelada menos de CO2 por cada persona que opta por el compostaje frente a otras técnicas de enterramiento.
La difusión de este método traerá también un cambio en nuestro culto a los muertos, acercando la relación que tenemos con ellos a un vínculo más universal con la naturaleza. A los cementerios se unirán estructuras de "compostaje" a modo de parques y jardines donde pasar un tiempo en la tranquilidad y en la memoria de los seres queridos que han hecho una elección generosa incluso en el momento de la despedida.