Un nuevo algoritmo desarrollado gracias a la Universidad de Copenhague utiliza 23 años de registros médicos para predecir las posibilidades de supervivencia de los pacientes en cuidados intensivos.
Determinar cuál es el mejor tratamiento para cada paciente crítico es un desafío importante y los métodos existentes pueden mejorarse enormemente con el uso de IA y aprendizaje automático.
El nuevo algoritmo, presentado en la revista Lancet, aprovecha los datos de salud de los pacientes daneses del Registro Nacional de Pacientes de Dinamarca, una base de datos interminable que recopila millones de pacientes, "y es capaz de definir para cada paciente el beneficio relacionado con el tratamiento recibido", explica el profesor Soren Brunak del Centro de Investigación de Proteínas de la Fundación Novo Nordisk de la Universidad de Copenhague.
230,000 veces gracias
Los investigadores utilizaron datos de más de 230.000 pacientes para desarrollar el algoritmo. ingresado en la unidad de cuidados intensivos de Dinamarca en el período 2004-2016. El estudio incluye el historial médico de pacientes que tuvieron enfermedades hasta 23 años antes.
Los cálculos también incluyeron mediciones y pruebas de las primeras 24 horas de hospitalización, para mejorar la precisión de los riesgos de mortalidad asociados con la primera atención aplicada.
“El tratamiento excesivo presenta riesgos colaterales que necesitan análisis para poder calibrar adecuadamente los tratamientos en momentos tan delicados en la vida de un paciente”, agrega el profesor Anders Perner del departamento de cuidados intensivos y medicina clínica en Rigshospitalet.
Pronósticos de 30 y 90 días
El algoritmo, como un oráculo moderno, ofrece tres predicciones: el riesgo de que el paciente muera en el hospital (y dentro de cuántos días), el riesgo de morir dentro de los 30 días posteriores al ingreso en la unidad, el riesgo de morir dentro de los 90 días.
"Le 'instruimos' al algoritmo para que recordara qué diagnósticos tenían el mayor efecto sobre las posibilidades de supervivencia del paciente netas de su edad (los pacientes jóvenes tienen un riesgo promedio menor que los ancianos): al analizar no solo las estadísticas, sino también los métodos adoptados, pudimos establecer no solo cuántas posibilidades de vida hay, sino también cuáles son los mejores tratamientos a administrar”, dice Brunak
Los investigadores esperan poder utilizar el algoritmo en ensayos clínicos dentro de un par de años. Luego, el refinamiento del algoritmo (con la recopilación de más datos) le permitirá detallar las previsiones para entender cuántas horas de vida le quedan a un paciente que ha llegado al hospital, y qué tratamientos pueden salvarle la vida de forma inmediata.
fuente: Universidad de Copenhague