Hace apenas treinta años la frontera era una escuela con una computadora. Hoy, la frontera es tener estudiantes con sus propias computadoras portátiles. Según el futurólogo Tomas Frey, en los próximos 14 años la frontera será que los estudiantes aprendan de los maestros robots en Internet, y la empresa que podrá brindar este servicio se convertirá en una de las más grandes, ricas e importantes del mundo.
La predicción de Frey ciertamente se hace teniendo en cuenta los últimos avances macroscópicos en la investigación de inteligencia artificial. Los profesores robot serán el fruto de lo que hoy se estudia: Google está desarrollando DeepMind, un software capaz de llevar el autoaprendizaje a la excelencia. IBM trabaja en robots basados en su sistema Watson. Amazon está a la vanguardia de la investigación de distribución de drones.
Muchas búsquedas en campos separados. Todavía nadie ha juntado las huellas y fijado el rumbo del futuro de la educación.
El escenario podría ser una versión avanzada de lo que es hoy el sistema de enseñanza en línea, con una sola diferencia: los profesores que veremos en video no serán en persona. Lo más probable es que sean bots, lo suficientemente avanzados como para poder personalizar cada plan de enseñanza según las necesidades del estudiante que tienen enfrente.
Según Frey, este modo permitirá a los estudiantes aprender a un ritmo mucho más rápido que en un salón de clases donde tienen que "competir" con 30 colegas para llamar la atención de un solo maestro. “Optimizando el tiempo”, predice el futurólogo, “el aprendizaje será diez veces más rápido. El equivalente a un curso de educación superior podría completarse en solo un año”.

"Un profesor bot aprende tus inclinaciones, las cosas que no toleras, tus intereses, tus debilidades, tus fortalezas. Y encuentra la mejor manera de hacerte aprender mejor y más rápido".
DeepMind de Google aprendió a jugar "Breakout", el legendario juego de Atari. No solo aprendió las reglas en poco tiempo, sino que en 30 minutos comenzó a obtener puntajes estratosféricos, casi sin apoyo humano. Las "máquinas de enseñanza" podrían tener mecanismos similares: los maestros robots aprenderían las características de cada alumno y usarían sus algoritmos para modificar las lecciones de acuerdo con las necesidades individuales.
¿Qué será de los maestros tradicionales?
Aquí viene la parte romántica y humana: no creo que para el 2030 un sistema así suplante a nuestros profesores, quienes ya están luchando con una contracción muy fuerte (e injusta) de su rol, obligados a lidiar con programas obsoletos y métodos anticuados. . Por otro lado, el aprendizaje es un proceso que también se basa en la comparación "humana" con un modelo de referencia: no son solo nociones las que necesitan ser aprendidas. El carisma, el sentido crítico, incluso la forma de reaccionar ante el conocimiento son factores que exigen la complejidad y densidad del ser humano.
Digámoslo de esta manera: no habrá maestros de robots en la escuela secundaria, pero es muy probable que tomemos lecciones privadas en línea para llenar nuestras brechas escolares, y lo haremos con maestros no humanos.
[nota color = "verde"] Insights
Si quieres conocer el estado de la investigación sobre las grandes posibilidades que ofrece el aprendizaje personalizado, aquí tienes una fuente: http://www.rand.org/pubs/research_reports/RR1365.html[/Nota]