En las películas de ciencia ficción nunca se pierde un calabozo, una singularidad, algo que puede resolver la trama, quizás haciendo retroceder en el tiempo a nuestros héroes. Pero los agujeros negros realmente existen, y ayer se descubrió uno gigantesco y aterrador: 17 mil millones de veces el tamaño de nuestro Sol.
Fue descubierto Chung Pei Ma, de la Universidad de California-Berkeley, astrónomo y jefe del estudio Survey que examina galaxias supermasivas y agujeros negros en el universo local.
Afortunadamente, este es un agujero negro 200 millones de años luz con nosotros, en una zona escasamente poblada del universo. Gracias a las observaciones realizadas por el telescopio espacial Hubble de la Nasa/ESA y el telescopio Gemini de Hawái, los astrónomos han podido identificar este agujero negro en una galaxia bastante aislada, la NGC 1600.
"Cuando dos galaxias se fusionan, sus agujeros negros centrales se estabilizan en el núcleo de la nueva galaxia y orbitan entre sí". Hasta el momento, los agujeros negros más grandes se han identificado en cúmulos de galaxias muy grandes, y también por esta razón es un descubrimiento único: nunca se había descubierto un agujero negro similar de tamaño similar en un área de estas características.
Chung-Pei Ma no descarta que los "monstruos cósmicos" puedan ser mucho más numerosos de lo esperado y estar esparcidos por todas partes: quién sabe cuáles podrían ser las consecuencias de este descubrimiento.