Piense en un mundo lleno de objetos que se comportan como enlaces en un sitio web, que se conectan entre sí e interactúan para transformar por completo nuestra experiencia de usuario.
El Internet de las cosas es la 'gallina de oro' del futuro próximo porque puede revolucionar todas las áreas de la tecnología y hacerlo rápidamente: Las últimas estimaciones hablan de un mercado de 15.000 millones de euros en los próximos seis años. Y no se trata de misteriosos oráculos o valientes especulaciones de filósofos y expertos: se trata de cálculos realizados por las empresas que están invirtiendo en este auge (Cisco y General Electric, sobre todo).
Janusz Bryzek organizó recientemente una conferencia elocuente: Cumbre del billón de sensores. Mil billones de sensores: una cifra hiperbólica para centrar el interés en el 'corazón' de este nuevo negocio. Todo se jugará con sensores, auténticas 'etiquetas' que se pegarán en todo tipo de objetos, y Janusz ha reunido a 200 empresas del sector para intentar formar un consorcio que pretende conseguir este objetivo.
Sin embargo, no es tan imposible lograrlo. En el mundo ya existen 3.5 millones de sensores (la mayoría en el campo de la electrónica y la domótica) en lugar de los 10 millones de sensores que había en 2007. Las 'tags' del futuro próximo tendrán que costar menos de 1 dólar y consumen energía en cantidades cercanas a cero.
No es oro todo lo que reluce, evidentemente: junto a las múltiples posibilidades que ofrece el ámbito médico (no será poca cosa tener siempre el 'pulso' de nuestros parámetros vitales) no será raro ser atacados por una increíble cantidad de publicidad que podrá llegarnos prácticamente a todas partes.