Los tejidos humanos hechos con impresoras 3D muy pronto podrían salvar millones de vidas: las de los conejillos de indias de laboratorio.
Más de trescientos millones de animales son asesinados cada año en laboratorios científicos y centros de investigación de todo el mundo: En su mayoría son ratones, ratas y conejos que se utilizan para estudiar vacunas y medicamentos que se experimentarán en etapas posteriores en humanos: es una realidad triste (y a veces necesaria) que pronto podría evitarse.
En la Universidad Heriot Watt en Edimburgo ya han adaptado impresoras 3D ordinarias para usar "bio-tintas" especiales hechas de células, y en un futuro cercano podrán fabricar órganos, huesos y tejidos de reemplazo. En este caso, la producción de tejidos humanos en el laboratorio podrá proporcionar experimentos con resultados más fiables que los que obtenemos hoy en día mediante la experimentación con cobayas, y también agilizará el acceso a las etapas posteriores de las pruebas. “Se podría imprimir una primera clase de 'micro tejidos' en los próximos 5 años, al ritmo de la investigación actual”, dice el investigador de bioingeniería. Alan Faulkner-Jones. "Será posible usar células de un individuo y producir muestras de tejido en el laboratorio para probar y fabricar medicamentos específicos y personalizados, en lugar de hacer pruebas genéricas de respuesta a medicamentos".
Las reacciones a una vacuna, un medicamento (e incluso un cosmético) se determinarán en poco tiempo y sin la necesidad de sacrificar vidas pequeñas.