¿Ya lo escuchaste y suena a ciencia ficción? Según los resultados de un estudio de 3 años con 10 naciones involucradas realizado por la Academia Internacional de Astronáutica, podría ser una realidad dentro de 10 años.
El mayor inconveniente de la energía solar hoy en día es que no funciona por la noche o cuando el cielo está nublado: en el espacio, por el contrario, el Sol está presente las 24 horas del día, los 24 días de la semana. Sin tormentas, sin nubes. La solución obvia al problema, por tanto, es poner en órbita toda la capacidad fotovoltaica: la Academia Internacional de Astronáutica está estudiando el sistema que mejor puede satisfacer esta necesidad en el menor tiempo posible.
Los planes desarrollados por la asociación incluyen una gran cantidad de paneles solares en órbita en el ecuador, capaces de recolectar energía del sol y enviarla a la Tierra: unas pocas decenas de plantas proporcionarían más energía que las necesidades actuales del planeta.
Según la Investigación, ya tenemos la tecnología para desarrollar un proyecto de este tipo en 10 años y hacerlo económicamente viable en 30 años. Está claro que una cosa es tener posibilidades abstractas, una cosa es tener el dinero para hacerlas realidad: sin embargo, el aumento de los vuelos espaciales privados y una mejora en la economía mundial (diablos, no puede llover para siempre) podrían reducir los costos. y permitir este enorme resultado dentro de 20 años, al 'modesto' precio de unas pocas decenas de miles de millones de euros.