El litio, elemento principal en la composición de las baterías que alimentan nuestros dispositivos (y también en la guerra contra el trastorno bipolar de la personalidad) no es omnipresente en la Tierra: varios países se ven obligados a importarlo del extranjero, y esta escasez provoca cambios significativos en los precios de los equipos tecnológicos: las señales de su futura escasez ya están ahí en el precio cada vez mayor que las baterías de calidad presentan a los compradores.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Tokio dirigido por el profesor Shinichi Komaba puede haber descubierto una modalidad de sustitución 'dulce': la que utiliza el azúcar como elemento sustitutivo.
Calentado a 1.500° en un horno sin oxígeno, el amigo más dulce que tenemos se transforma en energía: es un proceso que también se puede lograr con otros elementos, pero la sacarosa es una de las más abundantes del planeta, y su aprovechamiento sería prevenir futuros problemas de disponibilidad.
Todavía estamos lejos de las aplicaciones prácticas de este método, pero si se amplía a mayor escala, y cuando lo haga, disminuirá significativamente los precios de las baterías: Esto sería muy dulce para mis oídos también.
[Highlight]Tiempo de desarrollo esperado: 5 años. [/ Highlight]
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