ATLAST (Telescopio espacial de gran apertura de tecnología avanzada) es el acrónimo que distingue el proyecto del próximo telescopio espacial Hubble: una joya capaz de estudiar y mapear la atmósfera y la superficie de exoplanetas habitables en un radio de 200 años luz.
La capacidad de captar la luz en todo su espectro y las tecnologías de vanguardia son dos peculiaridades que pueden resumirse fácilmente en una característica que hará de ATLAST el ojo humano más grande del universo: la magnitud de la óptica. El 'antiguo' Hubble 2.0 tiene una gran lente 6,5 , 12 metros. El telescopio óptico más grande de la Tierra, el Gran Telescopio Binocular tiene una apertura óptica de 16 metros. ATLAST tendrá como objetivo tener XNUMX.
Es decir, de 5 a 10 veces la capacidad de observación de la que actualmente puede presumir el mejor telescopio, pero con un límite de sensibilidad hasta 2000 veces mayor. Este enorme despliegue de fuerzas permitirá no solo observar y buscar planetas habitables en un cinturón más amplio (200 años luz), sino también medir su superficie y atmósfera: un poco como mirar directamente en busca de vida extraterrestre. Estoy convencido de que la presencia de vida inteligente en el universo es un detalle obvio e inevitable, y que nuestro 'encuentro' con civilizaciones distintas a la nuestra depende del tiempo: tal vez no habrá aterrizajes de naves espaciales como en las películas de ciencia ficción, pero algún día podríamos tomar una foto de amigos muy lejos.
Y empieza a pensar: ¿Cómo les decimos que estamos aquí?
Bueno: el problema surgirá en no menos de 20 años: se espera que el ojo del ATLAST se lance en una fecha intermedia entre 2025 y 2035. Nuestro bonito telescopio se posicionará en una órbita geoestacionaria y comenzará a mirar alrededor hasta hasta 2055. Podría tener 80 años cuando se retire. Mejor no pensar en eso :)