Sucias, malolientes y no recomendables por higiene, pero hacen su trabajo: son nuestras alcantarillas. Aunque puede presentar serios problemas estructurales (a menudo surgen todo tipo de problemas por su congestión, en conjunto con lluvias y desbordes) nuestra Red es una conquista de civilización de la que no todos en el mundo pueden beneficiarse.
Tomemos los países en desarrollo: la ausencia de cualquier sistema para eliminar nuestros residuos biológicos provoca la muerte de cientos de miles de personas cada año. No crea que es una pequeña bolsa de pobreza en áreas pobremente urbanizadas: de cada 10 habitantes del Planeta Tierra en el año 2011, 4 aún viven en contacto directo con sus desechos, sin ningún sistema de alcantarillado, enfermando de tifoidea, cólera, diarrea, hepatitis. Cientos de miles de muertes al año, hasta el punto de que la ONU ha incluido el acceso a los baños entre los derechos humanos fundamentales.
Para sensibilizar a la opinión pública occidental, sentada (hay que decirlo) en los "laureles" y poco interesada por el tema, una ONG, la Organización Mundial de Aseos, que promueve el derecho de todos a tener un saneamiento adecuado: de nada sirve ayudar a las poblaciones desfavorecidas a construir viviendas si éstas son insalubres por la falta de sistemas de alcantarillado.
Cada 19 de noviembre el Día Mundial del baño, una jornada de iniciativas informativas que persiguen este objetivo. En ayuda de la fundación acudió la ayuda concreta de un patrocinador competente en materia de higiene: Domestos, marca de detergentes y desinfectantes para el baño, todos los dispositivos médico-quirúrgicos.
Entre las diversas iniciativas hay una que merece la pena destacar por su carácter curioso y entretenido, que además nos hace reflexionar sobre la 'suerte' de contar con una infraestructura disponible no menos Importante para ferrocarriles, metros y autopistas. Para comprender la complejidad de nuestras alcantarillas sin entrar en discusiones demasiado... comprometedoras, nos gustaría señalar algo realmente bonito: se trata de Rastreador de agua, una aplicación que rastrea los flujos de residuos que parten de tu baño y llegan... ¿quién sabe dónde y por qué camino?
Puedes saberlo tirando de la cadena (no bromeo) y usando Flushtracker: introduciendo la hora y el lugar donde tiraste la cadena y seguirás directamente el camino que toma nuestra cisterna por las alcantarillas. Evidentemente, detrás de esto también está la mano de Google, que para la ocasión también rastrea la red de alcantarillado (esos tipos están en todas partes...) Pruébelo también: vaya a www.flushtracker.com, haz un seguimiento de tus residuos, haz clic en "me gusta" y "tuitea" para compartir la iniciativa con tus amigos, contribuyendo a su éxito: cuanta más gente sea consciente del problema mundial de las malas instalaciones sanitarias, más fácil será derrotarlo.
Quien te habla está siguiendo el camino de Simplemente se descarga y reflexiona: ¡qué lejos viaja! Más de 5 kilómetros antes de acabar en la depuradora.
El futuro nos dará diferentes sistemas, quizás biológicos, para convertir nuestras 'aportaciones' en energía: con vistas al impacto cero, nada de nosotros será desperdiciado (somos cerdos, sí, pero con alas). Hoy la prioridad es dar a todos acceso a la higiene, poner a disposición de todos los terrícolas un retrete (quizás limpio, gracias a Domestos) y un sistema de alcantarillado que funcione: el futuro debe construirse íntegramente, empezando (es el caso de decirlo) por la cimientos.
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