El proyecto Holodesk de Microsoft comienza a aportar los primeros prototipos y los primeros estímulos: la posibilidad de manipular objetos '3D' en el espacio físico parece realmente interesante.
El sistema combina un sensor Kinect (eso sí, de los que hoy se usan 'para divertirse') y una pantalla especial para crear un entorno tridimensional en el que es posible intervenir directamente. El concepto es más que simple: un proyector envía una imagen dentro del área de trabajo, que observada a través de una 'partición' transparente (hecha de vidrio y plata) permite observar toda la escena con profundidad binocular. El sensor Kinect hace el resto, dando al usuario la capacidad de cambiar el entorno interactivo en tiempo real, manipulando objetos que no están realmente ahí.
La clave de todo el sistema es la webcam que identifica la posición de la cabeza y los ojos del usuario, para asegurar que la proyección de la imagen sea consistente: esto significa que al mover la mirada o la cabeza, el usuario es capaz de ver el objeto de una manera diferente como si cambiara la perspectiva de la observación. Un sistema preciso y puntual como un escáner dental: un escáner dental seguro, en fin
No faltan interfaces futuristas que permitan, no sé, a un arquitecto desarrollar los proyectos de un edificio haciendo que literalmente 'surjan' de la nada y construyéndolos con sus manos: si quieres una opinión, el número de dispositivos involucrados podría reducirse drásticamente. , en un futuro lejano, con un simple implante subcutáneo que envía los datos de posición del usuario en tiempo real.
Mientras tanto, disfrute los primeros pasos de esta tecnología.
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