Para muchos de los manifestantes en las calles involucrados en los numerosos disturbios populares en el norte de África, la cámara más pequeña en sus teléfonos celulares era el arma más poderosa contra el gas lacrimógeno y los disparos.
Al enviar imágenes de la violencia a sitios como Youtube o Vimeo y luego compartirlas en redes sociales como Facebook y Twitter, las personas han eclipsado la voz oficial de los gobiernos y se han llamado directamente a la atención del mundo. La cámara del celular se ha convertido en una herramienta fundamental para documentar las revoluciones contra las represiones gubernamentales acorraladas por la protesta. Hace apenas diez años era impensable imaginar un futuro así para el teléfono móvil.
Revolución de los teléfonos móviles
Incluso las asociaciones de derechos humanos han publicado guías y tutoriales sobre el uso efectivo de los teléfonos con cámara: "Tenemos tecnología de video que cabe en la palma de su mano", dice J.Kats, director del Centro de Estudios de Comunicación Móvil. "Este es quizás un golpe decisivo para la rigidez de los viejos regímenes basados en la centralidad de la información".
En Túnez, los teléfonos celulares se han utilizado con éxito para documentar imágenes de las primeras protestas de Diciembre en Sidi Bouzid. El aporte fue fundamental en la explosión del movimiento en todo el país, y también fue recogido y transmitido por las redes más importantes.
De allí a Egipto, Libia, Yemen y Barhein, el paso es corto. Un clic, diría.
Aunque presente desde finales de los 90, las cámaras han revolucionado las nuestras cellulari solo con el tsunami de 2004 y los ataques al metro de Londres. Desde entonces, los testimonios filmados por ciudadanos comunes han golpeado, movido y documentado en todo el mundo. Estoy pensando en el asesinato del joven Neda durante las protestas juveniles en Irán, y en otros informes que de otro modo serían imposibles.
¿Qué futuro para este tipo de información? No hay duda de que la multiplicación exponencial de fuentes fotográficas y de video requerirá un trabajo enorme y razonado de catalogación y clasificación: Youtube, por ejemplo, utiliza la ayuda de un agregador que "realiza un seguimiento" de videos y lugares editados más resaltar los más relevantes. Otro factor clave será la mejora de la calidad de la imagen.
Los videos son historias. Lo que está sucediendo es una historia de libertad y democracia. Habrá muchos en el futuro: la revolución móvil nos traerá historias que tendremos, a menudo y de buena gana, no más de 5 minutos para contar.